¿Es peligroso subir los bares del calentador? Lo que nadie te cuenta y deberías saber

Por qué la gente se tienta con los bares del calentador

Imagina esto. Llega el invierno y el agua caliente parece durar menos que un suspiro. Piensas: “Si subo un poquito los bares, el agua saldrá más caliente y rápido, ¿no?”. Error garrafal. La presión del calentador no es un botón mágico. Subirla sin saber es como jugar al poker con una bomba.

Peligros de subir la presión del calentador de agua fugas, daños y riesgos de seguridad. Guía práctica.

Cosas que pasan cuando juegas con la presión:

  • Fugas inesperadas: Las tuberías no están hechas para soportar presiones locas. ¿Resultado? Charcos en el piso y facturas de plomero que duelen más que un golpe en el dedo chiquito.
  • Explosiones silenciosas: No, no es exagerar. Un exceso de presión puede deformar el tanque. Y si revienta… mejor ni pensarlo.
  • Gasto energético disparado: Más presión no significa más eficiencia. Al contrario, el calentador trabajará como esclavo y la factura de luz te hará llorar.


Alternativas seguras (sin jugar con fuego)

Si el agua no calienta como antes, no te lances a subir bares como cowboy. Prueba esto primero:

  • Limpia los filtros: A veces es solo suciedad acumulada. Un filtro obstruido es como tener una manguera doblada.
  • Revisa el termostato: ¿Está bien configurado? A veces el problema no es la presión, sino un ajuste mal hecho.
  • Llama a un profesional: Sí, cuesta dinero. Pero es mejor eso que pagar por arreglar un desastre mayor.

¿Y si ya subí los bares? Señales de que algo anda mal

Si ya metiste mano y ahora te arrepientes, actúa rápido. Estos son síntomas de que el calentador está sufriendo:

  • Ruidos raros: Silbidos, golpeteos… tu calentador no está convertido en instrumento musical.
  • Agua fluctuante: Un momento hierve, al siguiente está fría. Inestabilidad pura.
  • Olor a gas o quemado: Aquí sí, corre. Podría haber una fuga o sobrecalentamiento.

Conclusión: Mejor prevenir que lamentar

Subir los bares del calentador no es como subir el volumen de la música. Es peligroso, punto. Antes de hacer experimentos caseros, piensa en las consecuencias. Y si no estás seguro, busca ayuda. Tu seguridad (y tu bolsillo) te lo agradecerán.

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